DEPORTE EN PRIMAVERA

Con la llegada de la primavera y la proximidad del verano, nuestro cuerpo se encuentra con un clima muy favorable para la realizacion de diferentes actividades que unen dos factores imprescindibles como son:

NATURALEZA Y DEPORTE al mismo nivel: De ello, en nuestra zona podemos experimentar y dar gracias a un magnifico paisaje rodeado de una de las Sierras más improtantes españolas como SIERRA NEVADA y la proximidad de otras como las cordilleras Béticas y Sub-Béticas además de la Sierra de Cdiz, podemos disfrutar estos días de unas de las actividades mas utilizadas, recomendadas y muy fácil de prácticar como es el SENDERISMO:

Senderismo: deporte y cultura
Una de las mejores épocas para disfrutar de un largo paseo por campos y bosques es, sin duda, la primavera. La naturaleza despierta del letargo invernal y llena de vida todos sus rincones. El senderismo, a medio camino entre el deporte, el paseo y la actividad cultural, supone una excelente forma de olvidar las prisas diarias y decir adiós al estrés. Cuélgate una mochila a la espalda, elige una ruta que destaque por la belleza de sus parajes... y déjate llevar.

Un sendero es un itinerario diseñado por caminos, valles y pistas rurales o urbanas de manera que a lo largo del recorrido se pueden visitar los lugares considerados de interés paisajístico, turístico, histórico y cultural. Existen tres tipos de senderos: de gran recorrido –más de 50 km.–, de pequeño recorrido –entre 10 y 50 km.–, locales –menos de 10 km.– y urbanos. Los senderos señalizados son un servicio público al alcance de todos, sin que haya que abonar ningún peaje o tasa para disfrutarlos.

Los dos elementos básicos de la equipación de un senderista son el calzado y la mochila. Existe una amplia oferta de zapatillas y botas específicas para la práctica del senderismo pero todas comparten dos características comunes: una suela que se agarre bien al piso y un diseño que permita una correcta sujeción del tobillo. En la mochila nunca deben faltar el teléfono móvil, una gorra y gafas de sol, una prenda de abrigo, algo de comida, un botiquín básico, una cantimplora, un impermeable y bolsas de plástico en las que guardar la basura que se genere.

Además de conocer bien la ruta –conviene llevar un mapa–, hay que dosificar el esfuerzo. Realizar un calentamiento previo puede evitar el riesgo de sufrir tirones musculares. El ritmo de paseo debe ser pausado y constante para no agotar fuerzas muy pronto